Las realidades de la vida, las podemos enfocar en lo positivo (bueno) y en lo negativo (malo) de lo que sucede, en nuestra vida cotidiana.
Si nos enfocamos en lo malo, veremos de la realidad, su parte más gris, se notará en nuestra comunicación, solemos dormir más y nos enfadaremos más con las cosas, y veremos las cosas más negativas.
El enfoque, hará que las circunstancias que vivamos, serán más negativas, tendremos más cansancio y menos energía.
Quizá un punto de inflexión, nos hará cambiar de estado, o encontrarnos peor, o viendo los colores grises de la vida a colores.
Si nos encontramos, en lo positivo, nos encontraremos con un mundo, en el que estaremos activo, nos sentiremos mejor y eso repercutirá en nuestro estado anímico.
Al ver la situación de color, tendremos más paciencia, más paz interior, y el enfoque nos hará ver lo bueno, y rechazar lo malo, u olvidarlo pronto, por medio del inconsciente.
Nos sentiremos más alegres, y más felices y eso lo notaremos, en nuestras palabras y en nuestras acciones.
La verdad, que hay momentos en los que estamos más de gris y otros más de colores, pero darle sentido, saber observar y escuchar esos momentos, esas personas, nos hará no meternos en personas grises, y escuchar más en los colores, para disfrutar más de la vida.
Y la vida, nos sorprende, viviendo sin expectativas.
Ahora toca mantenerse, te vienes con el enfoque positivo- optimista.
Ahí estamos, cada día pasan cosas diferentes y maravillosas.
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