Mi prespectiva ideológica del blog

 Después de escribir tantos y tantos artículos, aprender a escribir con menos comas después de todo este proceso de aprendizaje de escribir en este blog, son 15 años ya.

Me ha ayudado y me ayuda a expresarme mejor, en estas letras y en el placer de escribir lo que me apetezca, del corazón y de las entrañas.

Pero hay que reconocer, que mi visión en muchísimos artículos, tiene una visión anarquista.

Y digo sí, anarquista, ya que mi proceso de escritos, tiene que ver con la utopía, con la búsqueda de un mundo mejor, sin aceptar el mundo es tal y como es. 

Esa utopía tiene mucho que ver, que durante casi 20 años, participé en una radio libre, que es asamblearia, y eso ha supuesto para mí, ver la óptica desde ese ojo.

Es cierto, que es bueno acercase a alguna ideología, pero el hecho de mantenerse aislado, tiene también sus consecuencias, que te puedes quedar sólo en la idea, y sólo en el hecho de querer cambiar el mundo sólo si hace falta, con lo que eso produce.

Indignación, falta de autocrítica, y en definitiva, un grado de autoridad, que puede producirse, "porque quiero que el mundo cambie a mi manera", y eso es imposible, el mundo es como es. Nos guste o no.

También me ha limitado, y el acercarme a los demás y no verlo, me ha alejado, de la construcción de mí mismo. Haciendo cada vez, que tuviera más problemas con mi realidad y mis circunstancias, cayendo enfermo varias veces.

También es verdad, que un poco de utopía nunca viene mal, pero el exceso como he dicho antes, es malo, bastante malo.

Soy de los que opina, que ojala la utopía fuese realidad, ojala fuese la sociedad más humana, pero también veo que cuando ves la prespectiva para dentro, aprendes a juzgar menos (y menos a mí), aprendes - aprendo a ver las cosas, a aceptar el tono de colores y grises que existe en todas las cosas, construyendome y aceptando mis limitaciónes, las limitaciones del sistema en el que vivo y convivo.

Y sobre todo agradecerlo todo y perdonandome para sentirme más libre. Ahi estamos, hacemos lo que podemos

A veces, nuestros grilletes somos nosotros los que nos los ponemos.

Un abrazo, y gracias lector por leerme, si has llegado al final de este artículo